El principal problema de investigar sobre emociones en psicología es que durante muchas décadas estas han sido consideradas como “cosas individuales”, entidades físicas eternas y sagradas al igual que la antigua historia natural defendía el concepto de especie como algo inmutable. Desde ese punto de vista lo único que podía hacerse con las emociones era reverenciarlas y catalogarlas con características y efectos diferenciales. Pero si nosotros las tenemos en cuenta como producto de causas más generales (como ahora las “especies” se consideran productos de la herencia y la variación), la mera distinción en clases pasa a ser de una importancia subsidiaria. Si tenemos la “oca de los huevos de oro”, la descripción de cada huevo es un tema de menor relevancia (William James, Principles of Psychology, 1890, p.449).
Nuestro laboratorio de Ciencias Afectivas pretende comprender “la oca” de la metáfora de James, estudiando el proceso constructivo que da lugar a lo que, en el lenguaje cotidiano contemporáneo, llamamos “emoción”. El elemento nuclear que constituye dichos procesos es el afecto. El afecto y su medida constituyen uno de nuestros objetos de estudio.
Equipo del Laboratorio de Ciencias Afectivas